El envejecimiento es una etapa de pérdidas y ganancias, que implica cambios biopsicosociales en el adulto mayor a través del tiempo. Podemos definir un conjunto de enfermedades que afectan en esta etapa y que se dirigen hacia enfermedades crónicas, que se prolongan en el tiempo y desencadenan secuelas que derivan en discapacidad y limitaciones en la vida cotidiana. Entre ellas, nos encontramos con la demencia.

El aumento de la esperanza y calidad de vida ha producido en consecuencia un crecimiento de la población adulta; con ello, también se ha observado un incremento en la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las demencias afectan a 47 millones de personas a nivel mundial, esperando un incremento a 75 millones para el año 2030; se calcula que se diagnostica un nuevo caso cada 3 segundos.

¿Qué es la demencia?

La demencia es un cuadro clínico muy común en la tercera edad, definiéndose como un deterioro progresivo y adquirido de las funciones cognitivas que afectan a la memoria y al menos a otra función cognitiva superior, que suponga un declive respecto al estado cognitivo anterior, interfiriendo con las actividades cotidianas de la vida del sujeto.

Es una enfermedad que afecta al 6% de las personas mayores de 65 años, y al 30% en las mayores de 90. Las causas más frecuentes de demencia son la enfermedad de Alzheimer, demencia vascular y la demencia mixta, entre otras.

Diagnóstico

Para su diagnóstico, se deben cumplir una serie de requisitos, en los que se encuentran, entre otros:

  • Fallos en la memoria a corto y largo plazo.
  • Desorientación.
  • Alteraciones en el lenguaje.
  • Deterioro en las actividades motoras.
  • Fallos para reconocer o identificar objetos.
  • Repercusiones en la vida personal y laboral de la persona.

Valoración neuropsicológica

La valoración neuropsicológica es el método para evaluar el funcionamiento cognitivo, emocional y conductual. Cuando hay sospecha de algún tipo de alteración o disfunción neurológica, hacemos uso de la evaluación con el fin de diseñar un plan de intervención.

Si sospechas de problemas en alguna de las funciones cognitivas, como problemas de memoria, dificultades para aprender cosas nuevas o déficit de atención, es aconsejable acudir a un especialista para realizar una exploración y dar explicación a dichas alteraciones que no existían previamente.

En GARUNTXO, contamos con el servicio de valoración neuropsicológica, en el que realizamos una exploración de las funciones cognitivas, emocionales y conductuales para poder ofrecerte un informe con su diagnostico y posible intervención. Para más información, contacta con nosotros pinchando aquí.

2 comentarios en «Envejecimiento y demencia»

    • Aunque estadísticamente nos guiemos por un número fijo como 65, el proceso de envejecimiento varía de forma individual. Por eso a mí me gusta hablar mucho acerca del envejecimiento activo y promoverlo. Manteniendo un estilo de vida saludable en las tres esferas vitales (física, psicológica y social) logramos hacernos mayores con una calidad de vida óptima, previniendo muchas de las patologías asociadas a la edad. Pronto hablaremos de ello en el blog con profundidad. Gracias por tu comentario, Yolanda!

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