Gracias a la capacidad de orientación el ser humano es consciente de su propia persona y de su situación espacio-temporal. Está estrechamente relacionada con la memoria, puesto que es esta función la que se encarga de almacenar y recordar conocimientos que nos permitan orientarnos. Ésta es, a su vez, una de las capacidades cognitivas básicas; esto quiere decir, que es de las capacidades cognitivas que mayor tiempo son preservadas en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Si recordáis el anterior post, hablaba acerca de la demencia y su estado más avanzado; en el destacaba la importancia de continuar trabajando las funciones cognitivas aún en fases avanzadas de la demencia. En el caso de las demencias, esta estimulación es aún más importante si cabe, ya que mantenemos las capacidades cognitivas logrando así preservarlas por más tiempo y ralentizando su proceso de deterioro.

Si bien es cierto que la demencia avanzada es definida por un perfil más deteriorado, no solo mental, sino también física la mayoría de veces, los profesionales contamos con valiosos recursos para flexibilizar las intervenciones. En resumen, el tratamiento que vayamos a llevar a cabo con nuestro paciente deberá ser planeado con anterioridad, valorando sus capacidades y necesidades, planteando objetivos y realizando un seguimiento exhaustivo de los mismos.

A continuación presentaré alguna propuesta para trabajar la orientación a la realidad en sus tres áreas: personal, temporal y espacial.

Orientación personal
Para trabajar la orientación personal, me inclino por aquellos ejercicios de estimulación que inviten al usuario a dialogar con nosotros.
  • Álbum de fotos: Las fotografías son imágenes llenas de recuerdos anecdóticos que en su mayoría provocan respuesta positiva en las personas. Es por esto que podemos hacer uso de ellos para estimular a nuestro familiar/paciente. Con esto no sólo trabajamos la orientación personal, sino también reminiscencias en caso de presentar fotografías de años atrás.
  • Autobiografía: con ayuda de los allegados más cercanos, pueden crearse «libros autobiográficos» personalizados. Estos pueden ser leídos tanto por el usuario como por el profesional/familiar.
  • Caja de los recuerdos: Esto puede realizarse tanto con el profesional como con familiares. El objetivo sería recolectar objetos/fotografías que sean significativos en la vida del usuario y guardarlos en una caja. Podemos trabajar con ella tanto en el momento de recoger recuerdos y guardarlos, así como en sesiones posteriores para trabajar las reminiscencias y orientación.
Orientación espacial
Estas actividades estarán centradas en hacer conocedor al usuario el lugar en el que se encuentra. Muchas veces nos encontramos con situaciones de desorientación por traslados a hospitales o centros residenciales. Será importante trabajar con ellos la orientación espacial para llevar a cabo el proceso de adaptación, la reducción de los trastornos de conducta y alteraciones emocionales que pueden surgir en estos casos.
  • Objetos del hogar: En esta actividad hacemos uso de fotografías de objetos que tengamos en el hogar. Podemos trabajar varias cosas en este ejercicio: primero, identificar los objetos; segundo, en qué lugar de la casa se encuentran; y tercero, cuál es el uso que les damos.

  • La ciudad: A través de fotografías de la ciudad en la que nos encontremos, podemos realizar una sesión de orientación espacial. De esta forma, el paciente podrá familiarizarse con los lugares que visualice en ellas y asociarlas a actividades que realiza/realizaba en dichos lugares.

Orientación temporal
Muchas veces no somos conscientes del día de la semana o la fecha en la que vivimos. Para ubicarnos en el tiempo solemos hacer uso de diferentes estrategias como recordar lo que teníamos que hacer en una fecha concreta o pensar en lo que hiciste días anteriores. Cuando la capacidad de orientación se ve afectada, los recursos que antaño usábamos para reorientarnos no existen.
  • Periódico: la lectura de noticias de actualidad puede ayudar a la persona a reorientarse y conocer qué es lo que ocurre.
  • Diario: un diario, agenda… nos servirá para recordar con mayor exactitud lo que hicimos y/o haremos en un futuro, para así ubicarnos en el tiempo.
  • Tablón de orientación temporal: una herramienta visual para poder tener a la vista la fecha, estación y tiempo que hay en un día concreto.
Espero que estas propuestas ayuden a planificar intervenciones con usuarios. ¿Haces uso de alguno de estos recursos? ¿Utilizas algún otro más?

2 comentarios en «Orientación a la realidad»

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